LILY ALVÁREZ
Nació en el hotel Flora de Roma (Italia) durante una larga estancia de sus padres. Se crió en Suiza y desde temprana edad comenzó a competir en una variedad de deportes.
En 1934 Lilí de Álvarez se casó con el conde de Valdéne, un aristócrata francés. En 1939, perdió a su único hijo y la pareja pronto se separó. Volvió a su hogar en España en 1941 donde continuó activa en los deportes y comenzó a escribir sobre asuntos femeninos y religiosos.
MARUJA MALLO
Fue la cuarta hija del matrimonio formado por Justo Gómez Mallo y María del Pilar González. Al poco tiempo se trasladaron a Avilés, donde comienza a copiar las ilustraciones que aparecían en las revistas de la época. Allí traba amistad con el pintor avilesino Luis Bayón, quien años más tarde también acabaría en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y después tomaría rumbo a París.
Con 20 años, viaja a Madrid en 1922 para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en donde estudió hasta 1926. Allí se relaciona con artistas, escritores y cineastas como Salvador Dalí, Federico García Lorca, Margarita Manso, Luis Buñuel, María Zambrano o Rafael Alberti, con el que mantiene una relación hasta que conoce a María Teresa León. En 1927 forma parte de la denominada Primera Escuela de Vallecas con Alberto Sánchez, Benjamín Palencia, Luis Castellanos entre otros y, de la mano de Miguel Hernández, descubre estéticamente Castilla la Nueva.
Durante la década de los 20 trabaja asimismo para numerosas publicaciones literarias como La gaceta literaria, El almanaque literario o la Revista de Occidente y realiza portadas de varios libros. Ortega y Gasset conoce sus cuadros en 1928 y le organiza una exposición en los salones de la Revista de Occidente. Exhibió diez óleos que representaban poblados llenos de sol, toreros y manolas, así como estampas coloreadas de maquinaria, deportes y cine de principios de siglo. La exposición fue todo un acontecimiento cultural en Madrid, y también punto de partida para que Maruja fuera juzgada por su obra y no por su condición femenina.
AÑOS 30 Y SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA.
En 1932 obtiene una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios para ir a París donde conoce a René Magritte, Max Ernst, Joan Miró y Giorgio de Chirico y participa en tertulias con André Breton y Paul Éluard. Allí comienza su etapa surrealista. Su pintura cambió radicalmente y alcanzó la maestría, tanto que el mismo Breton le compró en 1932 el cuadro titulado Espantapájaros, obra poblada de espectros que hoy es considerada una de las grandes obras del surrealismo.
Regresó a Madrid y participó activamente en la Sociedad de Artistas Ibéricos. Para entonces había adquirido tal notoriedad que el gobierno francés compró uno de sus cuadros para exponerlo en el Museo Nacional de Arte Moderno.
En 1933, Maruja Mallo comprometida con la República, se dedicó a enseñar dibujo y cerámica en el abulense Instituto de Arévalo. Un año más tarde, estudió matemáticas y geometría a fin de aplicarlos en su obra, principalmente en la cerámica.
A partir de 1936, comienza su etapa constructiva, mientras que sigue exponiendo con los pintores surrealistas en Londres y Barcelona. Participa como docente en las Misiones Pedagógicas, que la acercan a su tierra natal, Galicia, donde a los pocos meses le sorprende la Guerra Civil Española. Desde allí huye a Portugal. Toda su obra cerámica de esta época es destruida en la guerra. Poco tiempo después, su amiga Gabriela Mistral, embajadora de Chile, la ayudó a trasladarse a Buenos Aires, donde siguió pintando, dando clases y cultivando amistades, entre ellas, Pablo Neruda.
CLARA CAMPOAMOR
Clara Campoamor Rodríguez nació en el seno de una familia madrileña. Su padre, Manuel Campoamor Martínez fue contable en un periódico de Madrid y su madre, Pilar Rodríguez Martínez, era costurera.
Después de desempeñarse en varios oficios, entre ellos el de telefonista, entró a trabajar en el periódico maurista 'La Tribuna' como secretaria del director, un puesto que le permitió conocer gente y donde comenzó a interesarse por la política. En 1920 se matriculó como estudiante en la escuela secundaria (que termina en dos años) y luego en la Facultad de Derecho, donde obtuvo un título en sólo dos años. A los 36 años se convierte en una de las pocas abogadas españolas y de inmediato comienza a ejercer su profesión. Sus ideas sobre la igualdad de las mujeres la acercan al PSOE y escribe el prólogo del libro Feminismo Socialista de María Cambrils, dedicado a Pablo Iglesias. Pero, nunca se incorporó al partido ni aceptó la colaboración de este con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Creó la Asociación Liberal Socialista, pero la dejó cuando no pudo conseguir su definición republicana. Mantuvo una gran actividad como conferenciante en la Asociación Femenina Universitaria y en la Academia de Jurisprudencia, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y la libertad política.
Trabajó con Martí Jara, amigo de Manuel Azaña en el embrión de Acción Republicana, en cuyo Consejo Nacional figuró al principio. Pero, nunca logró su ideal estratégico: la unión de todos los republicanos y republicanas en un gran partido de centro con Azaña como delfín natural de Alejandro Lerroux.
Después de la rebelión de Ángel García Hernández y Fermín Galán en Jaca, y el proceso contra el Comité Revolucionario, Clara asumió la defensa de algunos de los implicados, entre ellos su hermano Ignacio. Al proclamarse la Segunda República, Clara Campoamor fue elegida diputada - en 1931 las mujeres podían ser elegidas, pero no ser electoras- integrando las listas del Partido Radical, al que se había afiliado por proclamarse este "republicano, liberal, laico y democrático": su propio ideario político.
Formó parte de la Comisión Constitucional integrada por 21 diputados, y allí luchó eficazmente para establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado “voto femenino”. Consiguió todo, excepto lo relativo al voto, que tuvo que debatirse en el Parlamento. Y allí es donde Clara Campoamor ganó un lugar eterno en la memoria de la libertad en España.
La izquierda, con la excepción de un grupo de socialistas y algunos republicanos no querían que la mujer votase porque se suponía que esta estaba muy influenciada por la Iglesia y estaría a favor de la derecha. Por ello, el Partido Radical Socialista puso frente a Clara a otra reconocida diputada, Victoria Kent, contraria al voto de las mujeres. El debate fue extraordinario y Campoamor fue superior. Pero, finalmente la aprobación se logró con el apoyo de la minoría de derechas, la mayoría del PSOE y algunos republicanos.
En 1933 no renovó su escaño, y en 1934 abandonó el Partido Radical por su subordinación a la CEDA y los excesos en la represión de la insurrección revolucionaria en Asturias. Pero cuando ese mismo año, intentó (con la mediación de Santiago Casares Quiroga) unirse a Izquierda Republicana (fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas), su admisión fue denegada. Entonces escribió y publicó, en mayo de 1935, Mi pecado mortal. El voto femenino y yo, un testimonio de sus luchas parlamentarias.
Al estallar la guerra civil se exilió y, en 1937, publicó en París La revolución española vista por una republicana. Vivió una década en Buenos Aires y se ganó la vida traduciendo, dando conferencias y escribiendo biografías (Concepción Arenal, Sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo). Intentó regresar a España a fines de la década de 1940, pero se encontró con que estaba procesada por su pertenencia a una logia masónica.
En 1955 se instaló en Lausana (Suiza), y trabajó en un bufete hasta que perdió la vista. Murió de cáncer en abril de 1972. Sus restos mortales fueron traslados algunos años después de su muerte al cementerio de Polloe (San Sebastian - Guipuzcoa), permanece en el panteón de la familia Monsó Riu por ser madrina de la familia.
Tras la Transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que son valorados como escasos por organizaciones pro-igualdad de la mujer. Institutos, colegios, centros culturales,asociaciones de mujeres, parques y calles recibieron su nombre. La Secretaría de Igualdad del PSOE instituyó los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.
Tras la Transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que son valorados como escasos por organizaciones pro-igualdad de la mujer. Institutos, colegios, centros culturales,asociaciones de mujeres, parques y calles recibieron su nombre. La Secretaría de Igualdad del PSOE instituyó los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.
En 2006, 75º aniversario de la aprobación del sufragio universal en España, diversos colectivos comienzan una campaña para pedir el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados de sus aportaciones con la colocación de un busto en sus instalaciones.
Ese mismo año, en noviembre de 2006, el PSOE ha editado una proposición no de ley solicitando al Gobierno que las políticas de igualdad tengan también su reflejo en la acuñación de moneda, la figura femenina elegida para que aparezca en las futuras monedas de euros fue Clara Campoamor, por ser la principal defensora del voto femenino en la Segunda República. Proposición que finalmente fue aprobada el martes 12 de junio de 2007 por el Pleno del Congreso con el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo el PP.
A partir de la transición política innumerables ayuntamientos españoles le han dedicado calles y avenidas en sus localidades.
En 2007, el Ministerio de Fomento botó el Buque Polivalente B-32 Clara Campoamor, bautizado en su honor, operado por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.
VICTORIA KENT
Nació en Málaga, probablemente el 3 de marzo de 1898, aunque hay discrepancias documentales sobre la fecha. Ella misma cambió su fecha de nacimiento por las de 1897 y 1889 en distintos documentos fechados a partir de su llegada a Madrid (1917). Otras fuentes la sitúan en 1898. Entre las razones de ello se aducen exigencias de tipo académico o incluso coquetería.
Su padre, José Kent Román, fue un comerciante de tejidos, y su madre, María Siano González, ama de casa. Vivió en Málaga hasta 1917, año en que marchó a Madrid a estudiar el bachillerato en el instituto Cardenal Cisneros, apoyada por su madre y por los contactos que había trabado su padre. A su llegada a la capital se instala en la Residencia de Señoritas. En 1920 ingresa en la facultad de Derecho de la Universidad Central (actual Universidad Complutense de Madrid), donde cursa la carrera como alumna no oficial hasta su licenciatura en junio de 1924.
Se colegia en enero de 1925 y, aunque no tenía demasiado interés en ejercer la profesión ante los tribunales, no tardó en tener su primera intervención como abogada defensora. Se hizo famosa en 1930 defendiendo ante el Tribunal Supremo de Guerra y Marina a Álvaro de Albornoz, miembro del Comité Revolucionario Republicano, detenido y procesado junto con los que después formaron el Gobierno provisional de la República, a raíz de la Sublevación de Jaca de diciembre de 1930. Fue la primera mujer en el mundo en intervenir ante un consejo de guerra, consiguiendo la absolución de su defendido
MARGARITA NELKEN
Conocida por su decidida actuación política durante la Segunda República y la Guerra Civil, Margarita Nelken también destacó como crítica de arte, periodista y escritora desde muy temprana edad. Hija de una francesa y de un joyero español, ambos descendientes de judíos alemanes. Su abuelo materno había llegado a la capital en 1889 como relojero de Palacio y poseía una relojería y joyería en Puerta del Sol, 15. Margarita recibió una educación esmerada que se tradujo en tempranas inclinaciones hacia la pintura, las letras y la música. Las abandonó en plena juventud para dedicarse al activismo político y social. Hablaba francés y alemán y se le debe la primera traducción de Kafka al español. Poseía una cultura excepcional entre las mujeres españolas de su época. Su primer artículo, sobre los frescos de Goya en San Antonio de la Florida, lo escribió a los 15 años y apareció en la prestigiosa revista de arte londinense The Studio. Era hermana de la escritora y actriz Carmen Eva Nelken (Magda Donato), también exiliada en México al fin de la Guerra Civil española.
En 1919, publicó su primera obra larga, La condición social de la mujer en España. Su estado actual: su posible desarrollo, un incisivo estudio feminista. Continuó esta línea con Maternología y puericultura (1926), En torno a nosotras (Diálogo socrático) (1927), Las escritoras españolas (1930) y La mujer ante las Cortes Constituyentes (1931). En los primeros meses de 1931, ingresó en el PSOE y participó, como candidata de la Agrupación Socialista de Badajoz, en las elecciones parciales de octubre de 1931. Resultó elegida entonces y también en noviembre de 1933 y febrero de 1936. De hecho, es la única mujer que consiguió las tres actas parlamentarias durante la Segunda República. Era casada con Martín de Paul, padre de su hijo Santiago, y cónsul español en Ámsterdam durante la guerra.Fue contraria a otorgar derecho de voto a la mujer, posición compartida también por Victoria Kent. Sostenía que, la falta de madurez y de responsabilidad social de la mujer española, podía poner en peligro la estabilidad de la República, ya que un porcentaje muy elevado, antes de votar, lo consultaría con su confesor. Las elecciones de 1933, primeras en las que votaron las mujeres, dieron el triunfo a las derechas.
Tras el fracaso de la comuna asturiana de octubre de 1934 a la entonces parlamentaria socialista se le retiró la inmunidad parlamentaria siendo procesada, si bien antes de que se dictase sentencia huyó a Francia. Se instala en París visitando diferentes países nórdicos y posteriormente estuvo durante casi un año en la Unión Soviética. Volvió a tiempo de participar en las elecciones de febrero de 1936 como candidata del Frente Popular. En el verano de 1936 tuvo una destacada participación en armar y alentar a los trabajadores para hacer frente a los militares sublevados. Estuvo en los frentes de Extremadura y Toledo. En noviembre de 1936, participó en la defensa de Madrid y se distinguió asimismo en la organización de la Unión de Mujeres Antifascistas. Se incorporó al PCE en noviembre de 1936, poco después de la formación del Gobierno de Largo Caballero. Pasó la última etapa de la guerra en Barcelona y fue la única mujer diputado presente en la última reunión de las Cortes republicanas en suelo español, en los subterráneos del castillo de Figueras, el 1 de febrero de 1939. Cruzada la frontera en la retirada de Cataluña junto a su hija Magda, ambas trabajaron intensamente en la asistencia a los refugiados republicanos y los internados en los campos franceses.
Tras la guerra marchó a París y a finales de 1939 a México, donde el presidente Cárdenas la había invitado a instalarse. Allí retomó con pasión la crítica de arte. Trabajó en la Secretaría de Educación Pública, colaboró con el gobierno republicano en el exilio, participó en las actividades de la Unión de Mujeres Españolas, sin abandonar las actividades literarias y periodísticas, ocupándose de una página semanal sobre arte en el Excelsior. En octubre de 1942 fue expulsada del PCE tras haber criticado la política comunista de Unión Nacional. Participó como diputado independiente, en la reunión de las Cortes de la república en la ciudad de México en 1945. Durante 1948 viajó por Europa dando conferencias sobre arte latinoamericano en Ámsterdam y París. Fue una de las críticas de arte más influyentes y respetadas en México hasta su fallecimiento en 1968. En México recibió la medalla de los Agraristas.
La muerte de sus dos hijos (Santiago, en 1944, luchando en el ejército soviético, y la hija, Magda en 1956, de cáncer) quebrantó su salud. Se mantuvo activa sin embargo hasta el final de sus días en la critica de arte, el periodismo y las actividades del exilio español.
DOLORES IBARRURI
Dolores Ibárruri nació en población vizcaína de Gallarta (en la actualidad desplazada de su ubicación original por una explotación minera) perteneciente al municipio de Abanto y Ciérvana (País Vasco) el 9 de diciembre de 1895 en el seno de una familia minera. Su padre era un obrero con ideología carlista de procedencia vasca y su madre era de procedencia castellana.
El ambiente familiar, las lecturas piadosas y su fortísimo carácter favorecieron una devoción religiosa que la llevó a las puertas del convento.
En 1910 se ve obligada por la condiciones económicas a abandonar los estudios, había superado ya el curso preparatorio para ingresar en la Escuela Normal de Maestras y realizar estudios de magisterio, comenzando a trabajar de costurera y sirvienta.
Se casó en 1920 con un minero socialista llamado Julián Ruiz, con quien estaría casada 10 años, y se traslada a Somorrostro. Aficionada a la lectura y aprovechando la condición de líder minero socialista de su marido comenzó a adquirir conocimientos de marxismo que cuestionaron su educación tradicionalista y católica. Dolores asumió la doctrina marxista como una herramienta ideológica idónea para luchar a favor de la "liberación de la clase obrera".
Participó con su marido en la Huelga general de 1917. Estando integrada en la agrupación socialista de Somorrostro, lo acompañó en la escisión procomunista del PSOE en 1919 desde la que, en 1920, participó en la fundación del Partido Comunista Español, entrando en el Comité Provincial de Vizcaya, que al año siguientes se uniría al Partido Comunista de España.
En 1918, utilizó por primera vez el seudónimo Pasionaria para un artículo publicado en la prensa obrera y titulado El Minero Vizcaíno.
En 1919, quedó impresionada por el triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia.
Dolores Ibárruri participó -junto con la agrupación socialista de Somorrostro, de la que era miembro- en la escisión del PSOE que dio lugar al nacimiento del Partido Comunista de España (PCE) en 1921. Desde el comienzo ocupó puestos de responsabilidad dentro del Partido, siendo detenida en numerosas ocasiones. Llegó a formar parte de su Comité Central en 1930 y al año siguiente se presentó a las elecciones a Cortes Constituyentes, siendo derrotada su candidatura. En 1931 se trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico del Partido, Mundo Obrero. En 1933 fue presidenta de la recién fundada Unión de Mujeres Antifascistas.
Después de divorciarse de su marido, mantuvo una relación amorosa con un hombre 17 años menor que ella. Esta relación fue una revolución en el ámbito privado, y se volvía más inconcebible aún para los hombres con quienes militaba que el amante fuera mucho menor que ella. Es curioso que tanto desde el socialismo como desde el comunismo le pidieran como condición para seguir militando que le abandonara. Como no lo hizo, le enviaron lejos y ella sólo pudo conseguir que no le enviaran al frente de guerra.
Tuvo seis hijos: Ester (1916-1919), Rubén (1921-1942) que murió como piloto de combate en la Batalla de Stalingrado, el 14 de septiembre de 1942, Amagoia, Azucena y Amaya (estas últimas trillizas nacidas en 1923, de las que Amagoia murió al poco de nacer y Azucena a los dos años) y Eva (1928; murió a los tres meses). Fue afirmando su vocación política y encauzándola a través del periodismo de partido. El Minero Vizcaíno y La Lucha de Clases fueron los escaparates del seudónimo Pasionaria, que eligió ella misma porque su primer artículo salió durante la Semana de Pasión de 1918.
Fue encarcelada varias veces debido a sus fuertes y punzantes discursos y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas. Poco tiempo después se destacó en el Congreso de los Diputados de la II República como diputada del Partido Comunista por Asturias.
En las elecciones de febrero de 1936 fue elegida diputada por Asturias. Figura relevante durante la Guerra Civil, fue elegida vicepresidenta de las Cortes Republicanas en 1937. Durante este período se convirtió en un mito para una parte de España, siendo famosa por sus arengas en favor de la causa republicana. Suyo fue el lema «¡No pasarán!», acuñado durante la defensa de Madrid. Se opuso a la capitulación del coronel Casado.
Tras finalizar la Guerra Civil española, se exilió en la URSS. En su etapa de exilio tras el suicidio del Secretario General del PCE José Díaz Ramos, La Pasionaria fue escogida en su sustitución Secretaria General del PCE en 1942. Ejerció como máxima autoridad entre los miembros del PCE exiliados también en el mismo país. Su único hijo varón Rubén Ruiz Ibárruri murió durante los combates por la estación central de Stalingrado.
En 1960 presentó su dimisión, para pasar a ocupar el cargo de Presidente del partido. La sustituyó en sus funciones Santiago Carrillo.
Fue miembro del Secretariado de la Internacional Comunista junto a Georgi Dimitrov, Palmiro Togliatti y Maurice Thorez, entre otros.
Manifestó su acuerdo con Moscú con ocasión de los diversos cismas dentro del movimiento comunista internacional. Sin embargo, sus viejas convicciones estalinistas no le impidieron condenar la invasión de Checoslovaquia en 1968.
Tras la muerte de Franco y el final de la dictadura militar, durante la transición democrática volvió a España en 1977 y fue elegida de nuevo diputada por Asturias en las primeras elecciones democráticas, aunque su papel como política fue ya más simbólico que real. Murió en Madrid en 1989 y fue enterrada en el recinto civil del Cementerio de La Almudena de Madrid.
En 1962 había publicado sus memorias: El único camino.
En junio de 2005 se celebró el XVII Congreso del Partido. Dolores Ibárruri fue elegida Presidenta de Honor a Perpetuidad.
Algunas citas de sus discursos, como «Más vale morir de pie que vivir de rodillas» (frase original de Emiliano Zapata, popularizada por ella) o su «¡No pasarán!» (frase original de Petain en Verdún), forman ya parte del imaginario colectivo de toda la Humanidad. Su papel de símbolo popular la convirtió en protagonista de poemas y canciones de Pablo Neruda, Rafael Alberti, Ana Belén y del vals peruano La Pasionaria (compuesto por Alejandro Ayarza) entre otros.
Controvertida fue la supuesta frase atribuida a ella "Ese hombre ha hablado por última vez" en referencia a José Calvo Sotelo, asesinado dos días después. La cita no aparece en el diario de sesiones y la propia Pasionaria negó haberla proferido. Por su parte, el historiador Salvador de Madariaga sostiene la veracidad de dicha cita, aunque modificada sustancialmente, en la página 384 de su libro "España; ensayo de historia contemporánea", 11ª edición revisada por el autor en 1979 y que dice: "Dolores Ibarruri, la Pasionaria, del partido comunista de las Cortes, le gritó: Este es tu último discurso. Y así fue."
MARÍA ZAMBRANO.
María Zambrano nace en Vélez-Málaga el 22 de abril de 1904, hija de Blas Zambrano García de Carabante y Araceli Alarcón Delgado, ambos maestros. En 1908 se traslada con su familia a Madrid, y vive en el Nº 8 de la calle Redondilla. Más tarde, en 1909, la familia se afinca en Segovia donde transcurre su adolescencia, a causa de que a su padre Blas le habían otorgado la cátedra de Gramática Castellana en la Escuela Normal de Maestros de la ciudad, mientras María estudió en el Instituto de Segovia.
En Segovia su padre ingresa en la Agrupación Socialista Obrera, de la que será presidente, y además funda el periódico Segovia y la revista Castilla. El 21 de abril de 1911 nace su hermana, Araceli Zambrano y en otoño de 1913 comienza los estudios de bachillerato en el Instituto de Segovia. Estos años que coinciden con la gran amistad de su padre, Blas Zambrano, con Antonio Machado, quien llega a Segovia el 2 de noviembre de 1919, para ocupar la plaza de Historia de la Literatura Española en el Instituto de Bachillerato. Se solía ver a menudo, a don Blas y don Antonio Machado, en las tertulias del café La Unión.
En 1921 María se matricula por libre en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, donde toda su familia se trasladaría en 1924, viviendo primero en la Plaza de los Carros y más tarde en la Plaza del Conde de Barajas. En 1927 asiste a las clases de José Ortega y Gasset y de Xavier Zubiri en la Universidad Central de Madrid, completa así la carrera de Filosofía y asume un papel de mediadora entre Ortega y algunos escritores jóvenes, como Sánchez Barbudo o José Antonio Maravall. En 1931 es profesora auxiliar de la Cátedra de Metafísica en la Universidad Central, hasta el año 1936, aunque ya por esta época trabajaba en la que sería su tesis doctoral «La salvación del individuo en Spinoza». También fue profesora del Instituto de Bachillerato Cervantes (Madrid). En 1933 publica su primer ensayo, Por qué se escribe, en la Revista de Occidente, y más tarde colabora en otras revistas como Los Cuatro Vientos y Cruz y Raya.
Durante los años de la II República conoce y estrecha su amistad con Luis Cernuda, Rafael Dieste, Ramón Gaya, Miguel Hernández, Camilo José Cela o Arturo Serrano Plaja a través de las Misiones Pedagógicas y de otras iniciativas culturales. El 14 de septiembre de 1936 María contrae matrimonio con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, marchándose poco tiempo después a Chile, donde éste había sido nombrado secretario de la Embajada de España. Hace escala en La Habana, donde conoce a José Lezama Lima y pronuncia una conferencia sobre Ortega y Gasset. Fue en 1937, el mismo día en que cae la ciudad de Bilbao, cuando María Zambrano y su marido regresan a España; a la pregunta de por qué vuelven si la guerra está perdida, responderán «Por eso». Colabora en la defensa de la República y es nombrada Consejera de Propaganda y Consejera Nacional de la Infancia Evacuada.
El 29 de octubre de 1938 muere su padre, Blas Zambrano, al que Antonio Machado dedica un capítulo de su Mairena póstumo.
Hasta el día de su salida camino del exilio, María Zambrano reside sucesivamente en Valencia y Barcelona. Su marido se incorpora al ejército, y colaborará en defensa de la República como Consejero de Propaganda y Consejero Nacional de la Infancia Evacuada. El 28 de enero de 1939 María cruza la frontera francesa, camino del exilio en compañía de su madre, Araceli Alarcón, su hermana Araceli y el marido de ésta. Tras unas breves estancias en París y Nueva York se dirige a La Habana, donde reencuentra a Lezama Lima y es invitada como profesora de la Universidad y del Instituto de Altos Estudios e Investigaciones Científicas. De La Habana se dirige a México, donde es nombrada también profesora en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de Morelia, (Michoacán). En 1943 y 1944 dicta cursos en el Dto. de Estudios Hispánicos de la Univ. de San Juan de Puerto Rico, así como en la Asociación de Mujeres Graduadas. Igualmente conferencia en la Asamblea de Profesores de Univ. en el exilio (La Habana).
En septiembre de 1946 viaja desde La Habana a París con motivo del fallecimiento de su madre, permaneciendo en esta ciudad y en esos duros años de postguerra hasta el 1 de enero de 1949. Desde esta fecha se traslada a La Habana, donde vivirá hasta 1953, impartiendo conferencias, cursos y clases particulares. Vuelve a Europa y se instala en Roma hasta 1964, relacionándose con intelectuales italianos como Elena Croce, Elémire Zolla y Victoria Guerrini, y españoles como Ramón Gaya, Diego de Mesa, Carmelo Pastor, Enrique de Rivas, Rafael Alberti y Jorge Guillén. Este mismo año se sitúa en la vieja casa de La Pièce, junto al bosque del Jura francés, lugar que entronca con su libro Claros del bosque.
Con el artículo de José Luis López Aranguren «Los sueños de María Zambrano» (Revista de Occidente, feb. de 1966) se inicia un lento reconocimiento en España de su obra. Todo el año 1973 lo pasa en Roma y de 1974 a 1978 vuelve a residir en La Pièce escribiendo Claros del bosque y manteniendo una intensa correspondencia con Agustín Andreu. El deterioro de su salud física es constante cuando en 1978 se traslada a Ferney-Voltaire, donde permanece dos años, hasta que en 1980 se traslada a Ginebra. En ese año, a propuesta de la colonia asturiana en Ginebra, es nombrada Hija Adoptiva del Principado de Asturias, lo que constituyó su primer reconocimiento oficial.
En 1981 es recompensada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, a su vez el ayuntamiento de Vélez-Málaga, su ciudad natal, la nombra Hija Predilecta. Al año siguiente, el 19 de diciembre, la Junta de Gobierno de la Universidad de Málaga acuerda su nombramiento como Doctora honoris causa. El 20 de noviembre de 1984 María Zambrano pisa de nuevo suelo español y se instala en Madrid, desde donde salió en pocas ocasiones. En esta última etapa la actividad intelectual será incansable, siendo nombrada Hija Predilecta de Andalucía el 28 de febrero de 1985. Después, en 1987, se constituye en Vélez-Málaga la Fundación que lleva su nombre, y en 1989 se le concede el Premio Cervantes.
Marcelo Fernandez Rectala
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