24 de Noviembre del 2009, recuerdo aquella noche y aun siento la locura correr por mi sangre.
Nos dirigíamos hacia aquella rave de la que tanta gente hablaba, era imposible perderse tal evento, así que Alex, Clara, Luis y yo nos preparamos como siempre hacíamos para todas las fiestas, cargando el coche de provisiones, bueno, bebida alcohólica y poco más por que de la comida nadie se solía acordar.
Kilómetro 230 de la N-340, el vehículo con el que viajábamos hizo un ruido estrañ0, nos alertamos pero vamos, no era inestable, pues íbamos en un coche con mas de 15 años y por los kilómetros que llevaba a la espalda, estaba casi en su declive.
¿No sera mejor que pilles un camino para ir? Con lo que has bebido antes en casa es suficiente para dar positivo en el control. “dijo Clara”
Si, sera mejor, aunque tardaremos un poco mas.... . “dijo Alex”
De pronto, por suerte o quizás el destino encontramos un camino para seguir la marcha por allí y poder evitar algún tipo de control policial.
¿Sabéis? Algo me dice que esta noche va ser especial. “dijo Luis”
Si, tan especial como aquella noche en que te liaste con aquella chica y te devolvió de pies a cabeza.
“dijo Clara”
Tan celosa como siempre!! “ dijo Luis”
Si, celosa por que me hubiese gustado ser yo quien te devolviese, imbécil!! “dijo Clara”
Venga chicos, no empecéis y pasemos de los malos royos esta noche. Además tengo una sorpresa para todos. Clara por favor, abre la guantera y mira dentro de esa cajita que hay. “dijo Alex”
¿¿que es esto?? “dijo Clara”
jajajaja, ¿¿que va a ser?? vamos a una fiesta ¿no? Pues entonces, un poco de droga no estará mal, además solo son unas cuantas pastillas, bueno algo de coca y ácido. “dijo Alex”
Joder con eso vamos a arrasar!! jajajaja pasarme eso y que empiece la juerga!! “dijo Luis”
Todos empezamos a ingerir aquellas sustancias. Una rayas, unas pastillas, alcohol... todo eran risas y velocidad, no existía el miedo, solo diversión.
Aquel camino estaba totalmente oscuro, hacia frío y se formaban placas de hielo en la calzada, de repente sentimos como el coche topaba con algo y se deslizaba sobre el pavimento saliiéndose del camino.
Mierda!! “dijo Alex”
¿que ha pasado? “ dijo Clara”
Creo que he atropellado algo, un jabalí o quizás un ciervo, no lo se. “dijo Alex”
Intente calmar al grupo pero los nervios y el caos empezó a desatarse.
Venga salgamos del coche, ¿estáis bien? Pregunte yo.
Luis salio corriendo del vehículo y gritando, “ era un hombre, era un hombre”.
Salimos todos detrás de Luis, esta loco, era como si estuviese poseído.
Se dirigió hacia un vallado y lo salto. Clara logro ver como saltaba pero nadie se atrevió a entrar. Volvimos al coche, yo propuse llamar a la policía o a una grúa pero no había cobertura, así que, sacamos la bebida y empezamos a beber para calmar los nervios.
Clara seguía aterrorizada y yo comenzaba a sentir como aquellas drogas me daban fuerzas. Era grande, veloz, ágil, era capaz de comerme el mundo. Cogí a Clara y me la lleve a buscar a Luis a aquella supuesta casa donde se encontraba y Alex se quedo intentando arreglar el coche.
Mira Clara!! exclame.
Había una puerta en el vallado lateral de aquella casa.
Podemos entrar de pro allí.
Jode!! “dijo Clara”
Nos quedamos paralizados, Luis colgaba de un árbol en el jardín de la entrada.
Mierda, mierda, mierda!! seguro que ha sido el hombre que hemos atropellado. “ dijo Clara”
¿que dices? Es imposible!! no hemos atropellado a nadie.
Vámosnos, corre!! vamos!! “dijo Clara”
Nos fuimos corriendo hacia el coche y le contamos lo ocurrido a Alex, pero primero se lo tomo a cachondeo pero luego, empezó a temblar y a gritar. Estábamos verdaderamente asustados.
Teníamos miedo de aquel hombre del que hablaba Luis.
Clara comenzó a discutir con Alex por haber traído las drogas y Alex se le fue la mano y le pego un golpe, Clara salio corriendo diciendo que se lo iba a decir a la policía y Alex perdió la cabeza y sin medir fuerzas le volvió a golpear con la mala suerte de caer y darse con una roca en la cabeza, quedándose allí sin vida.
Alex asustado fue al coche y se metió dentro, la mirada perdida, aterrorizado y yo sin poder reaccionar, estábamos confundidos, quizás el hombre que colgó a Luis vendrías a por nosotros así que decidí esconderme por mi parte hasta que amaneciera, ya que también tenia miedo de aquel comportamiento tan agresivo de Alex.
A las 7:45 aproximadamente me acerque al coche para indagar y ver si Alex continuaba en su interior, pero sorpresa la mía cuando vi que se encontraba allí dentro sin vida.
Del shoco me desmaye y desperté en el hospital.
La policía se encontraba en la habitación hablando con mis padres.
Si es cierto que atropellamos algo, un jabalí. Todo lo demás ocurrió por el efecto de aquellas drogas y yo estuve en tratamiento psiquiátrico 6 meses.
Marcelo Fernandez Recatala
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